“El modelo de nuestra vida es Jesús en su vida pública. Buscamos configurarnos con Él en su estilo itinerante, en su celo misionero, en su amor misericordioso, y así prolongar los rasgos de su ministerio.”

“La comunidad de los Doce, congregada en la unidad por el amor de Cristo, es el modelo de nuestra vida común.”

“Jesús en diálogo con el Padre es el maestro de nuestra oración. Él nos enseña, como a los apóstoles, a escuchar al Padre y a responderle. Vivimos nuestra oración con una gracia de participación en la oración de Cristo.

Por eso, vivimos en continua y amorosa presencia de Dios, ofrecemos nuestras obras y usamos para la propia santificación los mismos medios que proponemos para la santificación de los demás.

Para lograr lo anterior necesitamos el recogimiento y el silencio interior.”

“Nuestra peculiar misión exige que seamos hombres formados y formadores, capaces de comprender qué pasa en la vida de las personas y de brindar oportuna respuesta a ello.”